Nicolás

En mi vida tuve muchos novios… bueno, no sé si muchos, pero digamos que pude conocer bastante. No tuve ningún apuro en casarme y en formar una familia… primero estuve divirtiéndome.

Mi primero novio oficial, lo tuve a los 17, duramos un año y medio, luego entendí que no era el hombre correcto para mí y corte con él. Luego, me enamoré de otro chico que conocí trabajando, pero, compartíamos tanto tiempo juntos, que ya no nos divertía estar juntos como al principio. No sé, era siempre la misma historia. Nunca me sentía completamente cómoda y feliz con ninguno, y eso me preocupaba porque me hacía sentir como una nenita caprichosa, pero no era así… simplemente nunca me había enamorado de verdad… nunca me habían enamorado de verdad. Por eso, decidí estar un tiempo sola… hasta que apareció Nicolás.

Él era especial, era diferente a todos, me demostraba todos los días que me amaba y hacía que cada momento que pasaba con él fuera especial. Nunca me hacía caer en la rutina y siempre había algo con lo que me sorprendía.

Cuando yo me enojaba con él y me iba, me seguía hasta que me convencía a escucharlo y regresar. Cuando le miraba sus labios, siempre me besaba de una forma única. Cuando lo empujaba o trataba de pegarle por estar muy enojada con él, me abrazaba con ternura y no me soltaba hasta que me calmara. Cuando lo trataba mal porque había tenido un mal día y me desquitaba con él, él, simplemente venía, me besaba y me decía te amo. Cuando me quedaba en silencio, siempre se preocupaba y me preguntaba que me pasaba. Cuando yo lo ignoraba, el siempre venía y empezaba a hacer lo que fuera hasta que volvía a prestarle atención. Cuando recién nos estábamos conociendo, en muchas ocasiones me trató de besar y yo me eché para atrás, el no se molestaba, si no que me abrazaba y el beso me lo daba en la cabeza. Cuando me veía y yo estaba desarreglada, me decía: -Te ves hermosa- Aunque yo sabía que no era así. Cuando me veía llorando, no me presionaba para que le contara que me pasaba, solo me abrazaba hasta que me calmara. Cuando me veía caminando, aparecía de la nada y me abrazaba de la cintura tiernamente. Cuando me asustaba por algo, no me lo criticaba como todos los hombres machistas que te dicen: Miedosa!- Si no que me hacía sentir protegida. Cuando ponía mi cabeza en su hombro, me acariciaba el pelo. Una vez, le robé su chaqueta favorita, y me dejó que me la quedara y que durmiera con ella. Siempre me hacía reír… siempre. Cuando me mandaba mensajes y no le contestaba, se preocupaba, me llamaba o me iba a ver al trabajo. Siempre que hacía frío, me daba su campera para abrigarme. Cuando yo le decía “Te quiero”, él me respondía “Te amo”. Cuando yo le daba la mano, él la agarraba con más fuerza y se ponía a jugar con mis dedos. Siempre que le conté un secreto… siempre lo guardó como a un tesoro. Cuando lo miraba fijamente a los ojos, el hacía lo mismo, y no dejaba de mirarme hasta que yo apartaba la mirada .Cuando me extrañaba, él sufría mucho, yo me daba cuenta pero no siempre me lo decía, no le gustaba hacerme sentir mal. Cuando hablábamos por teléfono,  aunque no estuviéramos diciendo nada, él no cortaba, y nos podíamos quedar por mucho tiempo escuchando nada más que nuestra respiración. Cuando me enojaba con él me abrazaba con fuerza y no me soltaba, después de un rato de tratar de liberarme, me entregaba a ese abrazo, al fin y al cabo, me encantaba cuando me abrazaba así. Cuando yo estaba mal por algo y me preguntaba que me pasaba, yo siempre le decía: Nada… estoy bien…. Sin embargo, el nunca me creyó, siempre fue capaz de ver más allá. Siempre me llamaba a las 12 de la madrugada en mi cumpleaños solo para decirme: Te amo, y para desearme un feliz cumpleaños. Casi todas las noches me dejaba un mensaje antes de dormir, y al despertar, hacía lo mismo y me deseaba un buen día. Si yo me enfermaba, siempre se quedaba cuidándome, aunque todos sus amigos salieran. Me acompañaba a ver mi película favorita, aunque él la odiaba. Cuando estaba aburrida o triste, me invitaba a salir, aunque sea a caminar. Todos los días me recordaba lo importante que era para él. Un par de veces, o quizás más, me besó bajo la lluvia, ese momento fue algo simplemente único. Cuando iba hacia él llorando y buscando su consuelo y protección, lo primero que me decía era: ¿A quién voy a matar? Me parecía muy dulce cuando me decía esto, y además, me causaba gracia.

Todo esto y una lista interminable de cosas más, hacían de mi vida junto a Nicolás un sinfín de momentos hermosos y únicos. Momentos que al ir conectándolos formaban mi vida, mi felicidad y mi historia junto a él. Faltan muchas razones más… pero aquí hay unas pocas por las cuales lo elegí.

Yo nunca pensé en casarme, pero aquí estoy con un anillo hermoso en el dedo que me recuerda siempre uno de los días más felices de mi vida… y junto a mí por supuesto, el amor de mi vida…

¿¡Quién lo diría!?

 

Escribir comentario

Comentarios: 5
  • #1

    Flor (miércoles, 24 agosto 2011 20:58)

    mkfgmsrkogmv,kdflmvkjd♥ me encannnnnnto

  • #2

    Luli (domingo, 28 agosto 2011 16:31)

    aiiiiiiii q tierno q es nicoooooooo :) perfecto el corto ♥

  • #3

    MilyEmilistica (sábado, 24 septiembre 2011 23:04)

    No me encantooooooooooo muy tiernoooooooooo

  • #4

    Raquel Vaz Maythenand (viernes, 11 noviembre 2011 20:47)

    Re lindo!

  • #5

    vazattiasbrasil (domingo, 01 enero 2012 13:59)

    PERFECTO!